inevitable no sentirme sola
cuando mi lengua palpa la herrumbre
de las sabanas deshabitadas...
imposible digo...
no sentirme sola
cuando el amor no se materializa
siquiera sonoramente...
y yo que me deshago,
por un cielo y un mar
que no existen mas que bajo mis dedos,
por los pájaros
que dia a dia invento...
sí ni yo me creo
lo de un corazon lleno...
sí las nubes que por mi cabeza pasan
no son mas que frio invierno...
y yo arullando la ausencia
de las chicharras de Enero.
ahogo mis penas en más penas
que mañana seran sangre
que lloraran mis venas...
reclamo aun a los alamos
canciones impares
que puedan tejer mi animo...
deposito en tus manos
carcelero de turno
el precio de mi cabeza...
que enebra la tristeza
de mi cuerpo taciturno
y espero cada deceso diurno
con languida certeza.
AurorA
luz que se aproxima...y se apaga..cuando te roza..a vos..a él...a ella..a nosotros...nosotras...esos de ahi...en fin.
martes, 13 de julio de 2010
viernes, 9 de julio de 2010
manty
hoy, uno de los manteles...ensima de la parra, pues quizo aprovechar el viento que anuncia proximas lluvias, para volar, para huir, para no sostener jamas los platos y cubiertos de desagradecidxs comensales...para no ser jamas bañado en lavandina y agua hirivendo, extinguiendo asi las manchas que adornaban su rostro, como los niñxs con pecas...
cuantos deseos inconclusos, los del mantel, cuándo papá lo cazó con la escoba.
cuantos deseos inconclusos, los del mantel, cuándo papá lo cazó con la escoba.
lunes, 5 de julio de 2010
al alba
Al alba
Luis Eduardo Aute
Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no se que estrellas son estas
que hieren como amenazas
ni se que sangra la luna
al filo de su guadaña.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,al alba, al alba.
Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene com hambre atrasada.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,al alba, al alba.
Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,al alba, al alba.
El 27 de septiembre de 1975, en las postrimerías de la dictadura de Francisco Franco, se ejecutan las últimas penas de muerte en España con el fusilamiento de Ángel Otaegui Echevarría, José Humberto Baena Alonso, Ramón García Sanz, José Luis Bravo Solla y Juan Paredes Manot, militantes del Frente Antifascista y Patriota (FRAP). Cuenta Luis Eduardo en una entrevista publicada en La Vanguardia el 4 de noviembre de 2000: “Escribí 'Al alba' los días previos a los fusilamientos y con mucha urgencia. Debe haber sido una de las canciones que más rápidamente me surgieron, pero quería que la gente la cantara. La verdad es que no tuve que pensar mucho, salió del dolor [...] Quería que pasara rápido la censura. Por eso la estructuré como una canción de amor, de despedida para siempre y como un alegato a la muerte. Pero hay dos elementos en la canción muy vinculados a las ejecuciones. Una vez pasó la censura, Rosa León la grabó [...] Estas canciones que salen ya hechas, de la propia necesidad de escribirlas, calan más. Sí, probablemente es la que más he cantado.” (Nota de H.V.)
Luis Eduardo Aute
Si te dijera, amor mío,
que temo a la madrugada,
no se que estrellas son estas
que hieren como amenazas
ni se que sangra la luna
al filo de su guadaña.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,al alba, al alba.
Los hijos que no tuvimos
se esconden en las cloacas,
comen las últimas flores,
parece que adivinaran
que el día que se avecina
viene com hambre atrasada.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,al alba, al alba.
Miles de buitres callados
van extendiendo sus alas,
no te destroza, amor mío,
esta silenciosa danza,
maldito baile de muertos,
pólvora de la mañana.
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga,
quiero que no me abandones,
amor mío, al alba,al alba, al alba.
El 27 de septiembre de 1975, en las postrimerías de la dictadura de Francisco Franco, se ejecutan las últimas penas de muerte en España con el fusilamiento de Ángel Otaegui Echevarría, José Humberto Baena Alonso, Ramón García Sanz, José Luis Bravo Solla y Juan Paredes Manot, militantes del Frente Antifascista y Patriota (FRAP). Cuenta Luis Eduardo en una entrevista publicada en La Vanguardia el 4 de noviembre de 2000: “Escribí 'Al alba' los días previos a los fusilamientos y con mucha urgencia. Debe haber sido una de las canciones que más rápidamente me surgieron, pero quería que la gente la cantara. La verdad es que no tuve que pensar mucho, salió del dolor [...] Quería que pasara rápido la censura. Por eso la estructuré como una canción de amor, de despedida para siempre y como un alegato a la muerte. Pero hay dos elementos en la canción muy vinculados a las ejecuciones. Una vez pasó la censura, Rosa León la grabó [...] Estas canciones que salen ya hechas, de la propia necesidad de escribirlas, calan más. Sí, probablemente es la que más he cantado.” (Nota de H.V.)
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